Cada “Verano” nos llega la floración de una de las frutas más curiosas y folklóricas de nuestro país. Hoy quiero hablar un poco sobre el Marañón, producto del campo panameño que cada día se aprovecha menos, ocasionando la pérdida de tradiciones culinarias locales que fueron parte de mi infancia y la de muchos otros. Es especialmente preocupante este año, debido a que el marañón en general, está siendo afectado por una plaga poco conocida por los expertos en territorio nacional, diezmando en gran proporción su producción.
Originaria de Brasil, esta fruta endémica de Sudamérica es mejor conocida alrededor del mundo por su semilla, la cual es tostada y consumida como una nuez (llamada Cashew, Cajú, Anacardo o pepitas de Marañón), mientras su falso “fruto” es muy poco aprovechado comercialmente.
En Panamá solía ser muy común ver puestos de venta a lo largo de las carreteras al interior, con botellas llenas de las deliciosas pepitas de marañón tostadas a fuego de leña en forma artesanal.
De niño, tuve la oportunidad de hacer este proceso yo mismo. Es un procedimiento laborioso en el que primero se debe tostar la semilla hasta casi quemar la cáscara, evitando inhalar mucho del humo de cocción ya que se dice ser muy tóxico.
Luego, se parte con una piedra la semilla tostada para remover la dura corteza que rodea la “nuez.” La corteza que recubre la nuez también despide un aceite tóxico que puede causar alergia en las manos, por ende es necesario usar guantes o llenarse las manos de aceite antes de pelar las nueces.
El MarañónUna vez peladas y limpias, se ponen a secar por un tiempo más hasta que estén listas para comer. Siempre digo que sólo aquel que conoce el proceso requerido para hacer las pepitas, entiende porque son tan caras en el mercado.
En cuanto al fruto como tal, tiene un sabor peculiar y astringente que pareciera secarte la boca completamente, aun cuando la fruta es extremadamente jugosa.
En Panamá se utiliza para hacer Chicha de Marañón, la cual hoy día se encuentra muy poco en la capital (y en muchas provincias también es raro encontrarla) y también para el delicioso “dulce de marañón.” Es posible utilizar el fruto, además, para hacer licores, vinagre, chutneys y mermeladas.
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